Todos ya hemos visto las señales. Muchas de ellas son evidentes. Y en cuanto nos acerquemos más al fin, somos testigos de asombrosos avisos que nos gritarán en la cara: «El Señor ya viene!!».
Una de esas señales, y que muchos, en su ignorancia han denostado, bajadole el perfil, son las vacas rojas que arribaron a Israel en Septiembre de 2022
Se trató de 5 vaquillas rojas traídas desde Texas, a Israel. Todas de casi un año de edad.
Propósito de las Vacas Rojas
La vaca roja, sin ninguna imperfección (un solo pelo de otro color la hace imperfecta), tiene como propósito la purificación del Templo Judío, de los instrumentos que se utilizarán, de la purificación de los sacerdotes, etc.
De las 5 vacas, una de ellas fue descalificada por tener algunos pelos de otro color. Por lo que hay 4 disponibles sin ningún defecto.
Lo que se usa de la vaca roja son sus cenizas. Y solamente una de ellas basta para realizar los ritos de purificación.
De hecho, en marzo de 2023, las 4 vacas han sido aprobadas, pero solo una de ellas es necesaria para ser convertida en las cenizas que se utilizarán.
¿Qué relevancia tiene todo esto?
Que en 2024 habrán cumplido su edad óptima para ser sacrificadas.
Ya sabemos que el Templo Judío estará en completo funcionamiento durante el período de Gran Tribulación. Y también sabemos que el Templo será levantado «al principio de la Gran Tribulación».
Aunque no es necesario que el Templo ya este levantado para que el Señor Jesucristo arrebate a su Iglesia. Sí es necesario que esté construido y funcionando, para que a la mitad de la Gran Tribulación el Anticristo se siente en el Templo y se proclame a sí mismo como «dios» (de acuerdo a la profecía de Daniel de «la semana 70»).
Este evento logrará que los Judíos reaccionen y se den cuenta que el Anticristo es un impostor y enemigo de los judíos, haciendo que se acerquen al conocimiento del Mesías verdadero, Yeshúa, el Señor Jesucristo.
Dios es soberano. Y permite que muchas cosas sucedan. Pero eso no significa que se sienta a gusto con las cosas que suceden. Especialmente, con el actuar de los judíos y su intención de reestablecer los sacrificios de la Ley Mosáica. Pues, el único, último, y más grande sacrificio, lo realizó el Mesías que ellos rechazaron, a Yeshúa.
Dios todavía no ha terminado de contender con Israel.
Por eso a este período Él le llama «Tiempo de angustia para Jacob» (Jeremías 30:7)
Dios cambió el nombre de Jacob, a Israel. Y según las Escrituras, este es el «Tiempo de angustia para Jacob», es decir, para Israel.
No es el «tiempo de angustia para la iglesia», como religiosos y sectas han hecho creer a sus seguidores.
Esta escrito:
«Porque NO NOS HA PUESTO DIOS PARA IRA, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo» (1 Tesalonicenses 5:9).
Y todo el período de la Gran tribulación tiene que ver con Dios derramando su ira sobre los moradores de la Tierra. Y para entonces no estaremos en la Tierra. (1 Tesalonicenses 4:16-17)
Muchos cristianos (en su ingenuidad), se alegran de que los judíos levanten su templo y vuelvan a sus rituales. Tristemente, no es algo para alegrarse, puesto que la reconstrucción del templo judío habla de la negación de la obra redentora de Jesucristo. De la negación de que el Mesías ya nos salvó y no se necesitan más sacrificios.
Los judíos jasídicos aseguran que la construcción del Templo «atraerá la llegada del Mesías».
Sin embargo no debemos olvidar las palabras del verdadero Mesías cuando dijo:
«Yo he venido en nombre de mi Padre, y ustedes no me reciben; pero si otro viniera en su propio nombre, a ése sí lo recibirían.» (Juan 5:43)
En pocas palabras el Señor Jesús les dijo:
«Yo he venido en el nombre de mi Padre. En el futuro vendrá un impostor, y a ese ustedes van a recibir. Al anticristo»
Como observarán queridos amigos y hermanos, el tiempo es breve. Y si el Templo Judío, y el Anticristo vienen, recuerden que el rapto de la iglesia viene antes que ellos.