La murmuración es una de las armas más utilizadas por el enemigo para dividir al pueblo de Dios; la biblia dice en Santiago 3 que la lengua es un mundo de maldad capaz de contaminar todo el cuerpo. Y, la lengua fue una de las causas por las cuales el pueblo de Israel no entro a CANAAN, la tierra prometida.
¿Es usted una persona chismosa o murmuradora? Veamos lo que la Biblia dice:
- Levíticos 19:16, “No andarás chismeando entre tu pueblo”.
Proverbios 6:16, “Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos”. - Proverbios 12:18, “Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua de los sabios es medicina”.
- Proverbios 16:28, “El hombre perverso levanta contienda, Y el chismoso aparta a los mejores amigos”.
- Proverbios 20:19, “No te relaciones con los chismosos”.
- Proverbios 26:20, “Sin leña se apaga el fuego, Y donde no hay chismoso, cesa la contienda. ”
- Romanos 1:29, “estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males…”
- 2 Corintios 12:20, “Mucho me temo que, cuando llegue, no los encuentre como quisiera… Me temo que entre ustedes hay pleitos, envidias, enojos, divisiones, calumnias, chismes, insolencias y desórdenes.”
- 1 Pedro 4:15, “Que ninguno de ustedes sufra por ser homicida, ladrón o malhechor, ni por chismoso”.
¿Qué busca la chismosa y el chismoso?
- La chismosa y el chismoso esta puesto en la misma categoría del homicida y del ladrón, pues busca dañar y herir (1 Pedro 4:15).
- Al dañar la reputación de otros convierte a la persona chismosa o murmuradora en un «asesino de imagen». Proverbios. 22:1, “De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, Y la buena fama más que la plata y el oro”. Si alguien busca robar nuestra imagen o robar nuestra reputación, no solamente esta robando, sino que esta asesinando. La mayoría de las veces el daño es irreparable.
- También es un medio de vengarse. Pero ¿qué dice Mateo 18:15-17? ¿Qué dice Romanos 12:17-21?
¿Qué debe hacer el creyente con las personas chismosas o murmuradoras?
- Proverbios 20:19, “No te relaciones con los chismosos”.
- Lucas 17:3, “¡tengan cuidado! Si tu hermano peca contra ti, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo”.
- C. Rom. 15:14, “Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros”.
¿Le gusta murmurar?
Parece una pregunta ingenua, pero en realidad no lo es. Es más bien una pregunta que atañe a la convivencia social de todas las personas y que de alguna manera se deja pasar, dañando la paz social, familiar y personal, generando en todo caso más violencia que se vuelve incontrolada.
El relato bíblico del Evangelio de Juan los judíos murmuran contra Jesús por el hecho de haber dicho:»Yo soy el pan que descendió del cielo» Ahora bien, ¿es malo murmurar? ¿qué es la murmuración?
Toda murmuración es una conversación en perjuicio de una persona. Es quejarse entre dientes o en voz baja; es rajar, refunfuñar, criticar o censurar. Por último, tiene el fin de desacreditar.
¿Que es lo que pretendían los judíos con respecto a Jesús? Es preciso tomar nota que en la Biblia encontramos muchos casos de murmuraciones.
Por ejemplo: el pueblo de Israel murmuró contra Moisés, Aarón y Dios en el desierto( Éxodo 15:24; 16:2; Números 16:41; 14:27); los obreros de la viña contra el padre de familia (Mateo 20:11); contra la mujer que derramó su perfume en la cabeza de Jesús (Marcos 14:5); los escribas y los fariseos contra los discípulos (Lucas 5:30); los griegos contra los judíos (Hechos 6:1).
Cabe destacar que en todo momento Dios condena esta actitud negativa y lo considera malo, incorrecto, infraterno, pecado.
Jesús mismo advierte a los que murmuran a que no lo sigan haciendo. Pablo, el apóstol, en su carta a los Romanos, en lo referente al listado de pecados que el hombre comete contra Dios, está la murmuración (Roamos 1:30).
Hoy en día es común ver y oír a la gente murmurar, ya esto es parte de la rutina cotidiana entre dos personas o más. La murmuración se practica en el hogar, en el barrio, en el mercado, en la tienda, en la escuela, en el trabajo, en la iglesia, en la televisión, la radio, los periódicos y en cualquier otra parte.
¿Qué tiene de malo la práctica de este tipo de conversación?
En primer lugar, es una ofensa a Dios, porque demostramos falta de amor a nuestro prójimo y eso no es obedecer al Señor con respecto a su mandamiento de amar al prójimo como a nosotros mismos. En segundo lugar, se daña las relaciones personales y de grupo, originando otro tipo de actitudes negativas que conllevan a conflictos y situaciones de violencia.
Muchas veces nosotros mismos nos hemos visto envueltos en esta situación: murmurar contra alguien. Nuestra sociedad actual está contaminada por el chisme, la crítica despiadada, la envidia, los rumores, la mentira, las murmuraciones.
La murmuración es un pecado grave que socava la unidad y la paz. ¿Han visto o escuchado los programas de los medios de comunicación que promueven el chisme, la murmuración? ¿Se han medido sus efectos negativos? ¿Quién detiene esto? ¿Quién asume el precio del desprestigio? Como cristianos tenemos la gran oportunidad de decir ¡Alto! a esta situación a través de nuestro buen testimonio. Debemos ser ejemplos del amor de Dios y evitar ser instrumentos del diablo quien es el que siembra en nuestros corazones una actitud infraterna.
Que lo que hablemos o conversemos sea algo fructífero en favor de la dignidad humana y de la Misión de la Iglesia del Señor Jesucristo.
Pidamos perdón a nuestro Señor si hemos caído en falta y que nos fortalezca para seguir unidos en amor y en paz para seguir anunciándole en el lugar que nos ha tocado vivir.