Este es el primero de 5 estudios dedicados a los Cinco Ministerios mencionados en Efesios 4:11
Efesios 4:11-12 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.
Enfilándonos al cierre de esta serie definimos estas cinco funciones de servicio en la iglesia de Cristo.
El Señor envió apóstoles a establecer la base doctrinal del cristianismo y a iniciar la era de la iglesia. Ellos, con autoridad y poder dados por Jesús, cerraron el canon de la Biblia y pusieron el fundamento de Cristo.
Ante ello, ¿es legítimo hablar de apóstoles en la iglesia de hoy? Sí, por supuesto. Pero los apóstoles de hoy no nos traerán revelaciones nuevas. Se trata de representantes, enviados, hermanos llamados para ir a diversos sitios a servir en la obra que Dios hace, mensajeros y colaboradores en el establecimiento de nuevas congregaciones.
Contra la proliferación artificial de nuevos apóstoles que exigen la obediencia ciega de los creyentes a sus instrucciones, que pretenden -mintiendo- tener nueva y privada revelación de Dios para la iglesia, que buscan imponerse, enseñorearse y hasta apropiarse de la iglesia de Cristo, la Biblia nos muestra a los apóstoles como servidores y facilitadores de la labor de la iglesia. Es una labor que ha existido durante toda la historia de la iglesia y en la que muchos hermanos, hayan ostentado o no este título, han servido y siguen sirviendo al Señor.
Quienes buscan “restaurar” este ministerio intentan en vano rehabilitar una labor que en esencia está intacta, dado que fue constituida por Cristo mismo. Se afanan en darle a la iglesia una generación de nuevos apóstoles ocupados en ostentar el título más que en servir como miembros de Cristo.
Estudio completo: Los cinco ministerios I: «Apóstoles»